Ciertamente nos encontramos en pleno siglo XXI, y si echamos la vista atrás nos daremos cuenta de que gran parte de las cosas han cambiado. El concepto de núcleo familiar ha cambiado, la Revolución Industrial ha quedado olvidada porque ahora somos una sociedad basada en los servicios y la información. Miles de avances en ciencia y tecnología han permitido crear cosas increíbles, incluso estudios científicos han logrado estudiar el funcionamiento de nuestro cerebro e inventar asombrosos medicamentes contra enfermedades que antes nos mataban. Muchos alardean y presumen de lo bien que funciona nuestro sistema en relación a hace unos años, de lo bien que vivimos ahora, de lo afortunados y privilegiados que somos por estar viviendo en esta época.
Bien es cierto que hay muchas cosas que han cambiado y mejorado, pero una de las más importantes, una de las fundamentales que permite al país crecer y evolucionar, una que nos toca de muy cerca y que también lo hace con nuestro primo, nuestra hermana, nuestro hijo incluso nuestros mayores, parece que ha quedado olvidada en el pasado. ¿Qué ha pasado con el sistema educativo?
Parece que nuestro sistema educativo dió un giro en el siglo XVIII, y desde entonces lo llevamos arrastrando, a pesar de los cambios sociales. Parece ser que la educación es un tema tabú, del que nadie puede hablar, del que nadie puede proponer y del que nadie puede cambiar ni innovar nada. La jerarquía de asignaturas establecida en el sistema es impensable modificarla, aunque ésta ya no de resultados. El patrón de aprendizaje basado en la repetición de conocimientos de memoria es indiscutible, a pesar de que ya no nos sirva para nada. Parece ser que a nadie le importa que los niños y niñas no aprendan en el aula.
Después de todo ésto, es imprescindible un cambio radical en el sistema educativo. Un cambio que fomente una educación personalizada y que potencie las habilidades de cada uno de los alumnos. Un modelo educativo en el que se le den más importancia a las disciplinas artísticas. Podemos relacionar directamente a uno de los autores trabajados en la asignatura, Gardner y sus inteligencias múltiples. Extinguir ya de una vez por todas, el concepto de aprender repitiendo, y trabajar con otros conceptos como los que se nombran en el vídeo. La pasión, creatividad, energía y talento, que únicamente se asocian a pasarlo bien y no a encontrar trabajo. Podemos nombrar también a otro autor trabajado, muy relacionado con el tema. Edgar Dale, el cual afirma que el alumno aprende haciendo y sintiendo. Y así es como debería ser nuestro sistema educativo, un sistema en el que el alumno sea el protagonista, que sea partícipe de todo, que intervenga, que haga, que reflexione, que cree y que debata. En definitiva, que disfrute aprendiendo.
Comentario capítulo de redes: “El sistema educativo es anacrónico” Para empezar pienso que las ideas que se reflejan en este episodio de redes son un hecho de la realidad y estoy totalmente de acuerdo con el señor Ken Robinson. La educación está focalizada en el resultado académico, y no en el aprendizaje significativo del alumnado. Muchas veces son los docentes de las distintos cursos académicos los que siguen con una metodología tradicional basada en la instrucción directa, ya sea por dejadez o simplemente porque el docente no tiene recursos para desarrollar las capacidades de los alumnos. Desde mi punto de vista los docentes somos los que tenemos que buscar que el alumnado disfrute y aprenda en clase con los contenidos de la materia que se imparta, ya que, nuestra formación académica nos ha preparado para dar una asignatura con una metodología alternativa que la podemos utilizar dependiendo del objetivo del área que nos hayamos marcado. Tal como expone Ken Robinson, los alumnos están inmersos en un aula dentro de unos pocos metros cuadrados horas y horas, por lo que es normal que desconecten la mayor parte del tiempo, estando expuestos a una serie de contenidos que no se utilizan en el día a día. ¿Qué utilidad tienen estos contenidos?, ¿para qué les sirven?, ¿cuándo lo van a poner en práctica?, normal que desconecten. Para que esto no ocurra debemos de estudiar la metodología adecuada e intentar buscar las emociones de los alumnos, despertando el intelecto y desarrollando las capacidades del alumno/a en nuestra materia. Si pensamos en que el objetivo de la educación es formar a personas, no se entiende porque ciertas asignaturas tienen más prestigio que otras. ¿Por qué tiene más reconocimiento académico un alumno al que se le dan bien las matemáticas y no a otro que se le da bien tocar el piano, salto de longitud, o realizar esculturas?. Si somos capaces de observar y desarrollar las capacidades de los alumnos y potenciar sus habilidades dando importancia a todas y cada una de las materias, nos estaremos acercando al ideal de educación.
Ciertamente nos encontramos en pleno siglo XXI, y si echamos la vista atrás nos daremos cuenta de que gran parte de las cosas han cambiado. El concepto de núcleo familiar ha cambiado, la Revolución Industrial ha quedado olvidada porque ahora somos una sociedad basada en los servicios y la información. Miles de avances en ciencia y tecnología han permitido crear cosas increíbles, incluso estudios científicos han logrado estudiar el funcionamiento de nuestro cerebro e inventar asombrosos medicamentes contra enfermedades que antes nos mataban. Muchos alardean y presumen de lo bien que funciona nuestro sistema en relación a hace unos años, de lo bien que vivimos ahora, de lo afortunados y privilegiados que somos por estar viviendo en esta época.
ResponderEliminarBien es cierto que hay muchas cosas que han cambiado y mejorado, pero una de las más importantes, una de las fundamentales que permite al país crecer y evolucionar, una que nos toca de muy cerca y que también lo hace con nuestro primo, nuestra hermana, nuestro hijo incluso nuestros mayores, parece que ha quedado olvidada en el pasado. ¿Qué ha pasado con el sistema educativo?
Parece que nuestro sistema educativo dió un giro en el siglo XVIII, y desde entonces lo llevamos arrastrando, a pesar de los cambios sociales. Parece ser que la educación es un tema tabú, del que nadie puede hablar, del que nadie puede proponer y del que nadie puede cambiar ni innovar nada. La jerarquía de asignaturas establecida en el sistema es impensable modificarla, aunque ésta ya no de resultados. El patrón de aprendizaje basado en la repetición de conocimientos de memoria es indiscutible, a pesar de que ya no nos sirva para nada. Parece ser que a nadie le importa que los niños y niñas no aprendan en el aula.
Después de todo ésto, es imprescindible un cambio radical en el sistema educativo. Un cambio que fomente una educación personalizada y que potencie las habilidades de cada uno de los alumnos. Un modelo educativo en el que se le den más importancia a las disciplinas artísticas. Podemos relacionar directamente a uno de los autores trabajados en la asignatura, Gardner y sus inteligencias múltiples. Extinguir ya de una vez por todas, el concepto de aprender repitiendo, y trabajar con otros conceptos como los que se nombran en el vídeo. La pasión, creatividad, energía y talento, que únicamente se asocian a pasarlo bien y no a encontrar trabajo. Podemos nombrar también a otro autor trabajado, muy relacionado con el tema. Edgar Dale, el cual afirma que el alumno aprende haciendo y sintiendo. Y así es como debería ser nuestro sistema educativo, un sistema en el que el alumno sea el protagonista, que sea partícipe de todo, que intervenga, que haga, que reflexione, que cree y que debata. En definitiva, que disfrute aprendiendo.
Comentario capítulo de redes: “El sistema educativo es anacrónico”
ResponderEliminarPara empezar pienso que las ideas que se reflejan en este episodio de redes son un hecho de la realidad y estoy totalmente de acuerdo con el señor Ken Robinson.
La educación está focalizada en el resultado académico, y no en el aprendizaje significativo del alumnado. Muchas veces son los docentes de las distintos cursos académicos los que siguen con una metodología tradicional basada en la instrucción directa, ya sea por dejadez o simplemente porque el docente no tiene recursos para desarrollar las capacidades de los alumnos.
Desde mi punto de vista los docentes somos los que tenemos que buscar que el alumnado disfrute y aprenda en clase con los contenidos de la materia que se imparta, ya que, nuestra formación académica nos ha preparado para dar una asignatura con una metodología alternativa que la podemos utilizar dependiendo del objetivo del área que nos hayamos marcado.
Tal como expone Ken Robinson, los alumnos están inmersos en un aula dentro de unos pocos metros cuadrados horas y horas, por lo que es normal que desconecten la mayor parte del tiempo, estando expuestos a una serie de contenidos que no se utilizan en el día a día. ¿Qué utilidad tienen estos contenidos?, ¿para qué les sirven?, ¿cuándo lo van a poner en práctica?, normal que desconecten.
Para que esto no ocurra debemos de estudiar la metodología adecuada e intentar buscar las emociones de los alumnos, despertando el intelecto y desarrollando las capacidades del alumno/a en nuestra materia.
Si pensamos en que el objetivo de la educación es formar a personas, no se entiende porque ciertas asignaturas tienen más prestigio que otras. ¿Por qué tiene más reconocimiento académico un alumno al que se le dan bien las matemáticas y no a otro que se le da bien tocar el piano, salto de longitud, o realizar esculturas?.
Si somos capaces de observar y desarrollar las capacidades de los alumnos y potenciar sus habilidades dando importancia a todas y cada una de las materias, nos estaremos acercando al ideal de educación.